ENTENDER LA ADOLESCENCIA
La adolescencia es un período tan desconcertante como maravilloso. Implica numerosos retos, no solo para los propios adolescentes, sino también para los adultos que le rodean y acompañan en su desarrollo.
Durante esta etapa se produce un enorme desarrollo, acompañado de multitud de cambios a diferentes niveles: físicos, emocionales y mentales. En este vídeo vamos a ver cuáles son esos cambios principales y cómo influyen a los propios adolescentes.
Cambios físicos
En primer lugar, hablamos de los cambios a nivel físico. Nos referimos a los cambios en el aspecto físicos que todos conocemos. Durante la adolescencia se produce una maduración a nivel corporal que provoca en los y las adolescentes preocupación acerca de su imagen. Pueden dedicar horas a mirarse en el espejo, quejándose por ser demasiado altos o altas, gordos o gordas… por no hablar del temido acné. Aparecen entonces los complejos. En este vídeo os proponemos actividades prácticas para mejorar la autoestima en adolescentes.
Además, las diferencias entre unos/as y otros/as en cuanto a la velocidad de maduración también suelen dar lugar a preocupaciones. En este sentido, aquellos y aquellas adolescentes que se desarrollan primero suelen estar presionados y presionadas para inmiscuirse en situaciones y conductas para las que emocionalmente y mentalmente no estás aún preparados ni preparadas.
Es necesario que, por parte de los adultos, se les transmita que estas diferencias son normales y que tengamos en cuenta que los y las adolescentes tienen una visión distorsionada de sí mismos/as.
Cambios emocionales
La etapa de la adolescencia lleva asociada los rápidos cambios en el estado emocional. Por otro lado, también se da una mayor necesidad de privacidad y una tendencia ser más temperamentales.
La adolescencia se caracteriza por un elevado nivel de egocentrismo, es decir, los y las adolescentes están demasiado centrados en sí mismos. Creen que son la única persona que piensa y siente como él o ella lo hace y que nadie puede comprenderlo o comprenderla y mucho menos sus padres. Este egocentrismo puede dar lugar a momentos de aislamiento y a cambios en la forma de relacionarse con sus familiares. Es común que les dé vergüenza que les vean con sus padres.
Son habituales las reacciones exageradas y variables que dan lugar a cierta inconsistencia en su comportamiento. Pueden pasar de la alegría a la tristeza en un segundo. Esto también provoca que en ocasiones pidan ser tratados como niños y otras como adultos.
Se produce un cambio también en la forma de expresar sus sentimientos, que se vuelven menos intensos que en la infancia. Las expresiones de afecto como besos y abrazos a su familia suelen parecerles ya ridícula y “cosas de niños”.
A pesar de que todos estos cambios puedan ser normales, no debemos dejar de observar y estar pendientes de reacciones emocionales excesivamente exageradas. Como, por ejemplo, períodos largos de tristeza, o una inestabilidad emocional intensa. En estos casos, sería apropiado consultar con alguien especializado en la materia para descartar posibles problemas.
Cambios mentales
Los principales cambios que se dan durante la adolescencia son los producidos en el desarrollo del cerebro. En los y las adolescentes se dan cambios en los circuitos fundamentales del cerebro que provocan que este período sea distinto al de la infancia.
Estos cambios a nivel mental provocan que los y las adolescentes sean más propensos a la búsqueda de novedades. Por otro lado, se da una mayor implicación social, pasando lo padres a ocupar un segundo plano en sus prioridades, obteniendo ventaja el grupo de iguales.
La adolescencia es una etapa de tránsito hacia la edad adulta. En ella, que las personas necesitan una mayor intimidad y privacidad. Son capaces de pensar en ideas y asuntos de la vida, desarrollando con ello el razonamiento abstracto. A diferencia de lo que pueda parecer, son capaces de razonar sobre los problemas y plantearse las consecuencias, así como considerar varios puntos de vista.
Otra consecuencia de los cambios cerebrales es el aumento de la experimentación creativa. Durante la adolescencia, se prueban formas nuevas de hacer las cosas, diferentes a lo que ya está establecido.
No nos debemos olvidar de la formación de la identidad que se da durante esta etapa. Los y las adolescentes piensan y reflexionan sobre quiénes son y quiénes quieren llegar a ser. Para ello, comienzan explorando diferentes identidades, cambiando su forma de ser, hasta encontrar aquella con la que más se identifiquen. Esto les lleva a que, en muchas ocasiones, su conducta no vaya en concordancia con su personalidad o con sus ideas.
Como adultos
Como adultos, debemos contemplar esta etapa como un período de interdependencia. Los y las adolescentes no pasan de la dependencia a la independencia de un momento a otro. Es necesario que los adultos le sirvan de guía y apoyo en este tránsito hacia la edad adulta.
Por otro lado, es importante establecer con ellos una buena comunicación que nos permita transmitirles los factores de protección frente a la presión grupal. Ya que, como hemos comentado anteriormente, los iguales se convierten en si principal referencia durante la adolescencia.
Espero que os haya resultado interesante, no olvidéis ver el vídeo. Si tenéis alguna duda o queréis que desarrollemos algún tema en particular, no dudéis en pedirlo en comentarios. También podéis hacerlo a través de cualquiera de nuestras redes sociales (Facebook, Instagram y Twitter).
Nos vemos la próxima semana!