UN ACERCAMIENTO A NUESTRO TRABAJO
No sé si conocéis que en Psicología existen diferentes corrientes: psicoanalítica, humanista, cognitivo-conductual… Según la corriente desde la cual se intervenga, se trabaja de una forma u otra, utilizando técnicas tanto de evaluación como de intervención diferentes.
Si bien es cierto que nuestra formación universitaria fue mayoritariamente cognitivo-conductual, a lo largo de nuestra práctica de la profesión hemos ido incorporando herramientas y modos de intervención de otras corrientes, a través de formaciones regladas y complementarias, y también del estudio personal de manuales y materiales. Principalmente de la terapia familiar sistémica. La terapia del juego guía el mayor número de nuestros tratamientos.
Una corriente integradora
Por lo que, tras reflexionar sobre esta cuestión, concluimos que trabajamos con una corriente integradora de la Psicología, basada en la incorporación de estrategias y herramientas que son útiles a los pacientes y pacientitos que tratamos en consulta, sean de la corriente de la Psicología que sean. El hilo conductor de nuestro trabajo son las emociones, que junto con los pensamientos y las relaciones familiares y sociales, forman nuestras principales áreas de intervención.
Tanto en nuestras evaluaciones como en nuestras intervenciones nos adaptamos a cada familia y a cada caso. Seleccionando aquellas técnicas más apropiadas para cada persona, individualizando al máximo nuestras intervenciones, creando programas flexibles que reevaluamos continuamente para adaptarlos al progreso del tratamiento.
Neuropsicología Clínica
Por otro lado, conocéis nuestra formación en Neuropsicología Clínica que nos sitúa más cercanos a la comprensión del funcionamiento del cerebro. Eso nos ha llevado a comprobar cómo las experiencias relacionales de los niños y niñas tienen una gran relevancia en la formación de las conexiones neuronales. Sobre todo en los primeros años de vida, donde las figuras de apego son tan importantes. En este sentido, contamos con múltiples materiales de evaluación e intervención en los procesos cognitivos (atención, memoria, aprendizaje, funciones ejecutivas…). Que nos dan la posibilidad de valorar dificultades de aprendizaje y tratarlas con programas de intervención individualizados. Éstos son creados por nosotros mismos para cada caso particular, basándonos en las necesidades detectadas.
Con esto pretendemos acercaros un poco más la labor que hacemos en el centro.