INCREMENTO DEL USO DE VIDEOJUEGOS TRAS LA PANDEMIA DE COVID-19

Los videojuegos llevan un extenso período de tiempo formando parte de la vida de una enorme proporción de individuos de nuestra sociedad actual. Tanto niños/as y adolescentes, como adultos incipientes los han constituido como un medio prioritario de entretenimiento.

Algunas cifras

Consecuencia de un largo período de confinamiento en casa por la pandemia de COVID-19, que supuso la suspensión de cualquier actividad al aire libre, numerosos estudios han detectado un crecimiento exponencial en lo que respecta al entretenimiento digital. Pues, el empleo de videojuegos se ha erguido como la categoría de juego favorita para el 35% de niños y niñas a partir de los seis años de edad.

Si antes del confinamiento las cifras de menores que pasaban más tiempo del recomendado frente a las pantallas ya era alarmante (61%), esta se ha disparado. Actualmente, se ha registrado que el 71% del tiempo libre del que disponen los menores lo dedican al empleo de la Tablet, sin dejar atrás la exposición al móvil, que se sitúa en un 63% de ocupación de este, ya sea para la visualización de contenido audiovisual, para el juego o para charlar con amigos y familiares.

Es cierto que, la situación que vivimos supuso la eliminación de toda relación social que antes podía mantenerse. Por tanto, cabe mencionar que un punto positivo es que la tecnología nos ha permitido mantener estos contactos de forma virtual, bien mediante videollamadas o por medio de juegos virtuales.

El problema que se está registrando es que, a pesar de que ahora las restricciones de libertad se han suavizado, son todavía una enorme proporción de menores que anteponen esto, reduciendo el contacto presencial. Algunos estudios registran que el 47% de niños/as prefieren la vía online para entretenerse jugando. Este se puede constituir como un dato preocupante que, a largo plazo, podría tener repercusiones negativas afectando a las habilidades sociales y las capacidades de relación con los demás.

Consecuencias del abuso de pantallas

Todo esto nos lleva a la conclusión de que, esta adicción conductual que supone un uso desmesurado y descontrolado de videojuegos es un aspecto que está bastante presente en nuestra sociedad actual. Sus consecuencias pueden ser muy diversas, en función de la etapa de desarrollo en la que se encuentren los usuarios, o de cuántas horas sean dedicadas al juego. Como sabemos, la infancia es una etapa de desarrollo psicológico muy importante, pues permite que los niños/as adquieran las habilidades y competencias principales que se van a implementar a lo largo de la vida. Aspectos como la creatividad, las relaciones sociales, la planificación, la concentración… son mejor adquiridos por medio del juego con los iguales. Por tanto, la pérdida de tiempo mediante el uso de tecnologías dificulta el desarrollo de estas competencias necesarias para la vida adulta y genera, además de problemas físicos como el sedentarismo, otros problemas psicológicos como ansiedad, problemas de sueño, problemas de conducta, etc.

A pesar de todos estos riesgos, no podemos afirmar que los videojuegos sean totalmente nocivos. Pues poseen también una parte positiva que permite la estimulación del cerebro, siempre que se haga un uso responsable de ellos. Algunos expertos mencionan lo imprescindible que resulta una autogestión responsable en cuanto a la cantidad de horas de uso que dedican al día. Así como su combinación con otro tipo de actividades que no involucren el empleo de pantallas.

El confinamiento como consecuencia de la pandemia, ha tenido consecuencias en la salud mental de niños, niñas y adolescentes. En este artículo os hablamos de cuáles han sido las consecuencias detectadas hasta el momento.

Desde eMe Psicología os invitamos a consultarnos todas aquellas dudas que os surjan con respecto a la salud mental de niños, niñas y adolescentes como una forma de prevenir futuros problemas y de detectar si hay necesidades de intervención. Podéis enviarnos vuestras consultas a través de info@emepsicologia.com, nuestras redes sociales (Facebook e Instagram) o bien contactando vía telefónica (telf. 620090193).