PSICOLOGÍA EN EL EMBARAZO

El embarazo es un período único y movilizador. A menudo se vive con prisa y con miedo. Prisa por asegurarse de que todo saldrá bien, por abandonar las incomodidades físicas, por ver al bebé… miedo por lo que pueda pasar, por si el bebé está bien, por el parto… a veces las ecografías de seguimiento y las distintas pruebas durante el embarazo dan algún susto o generan preocupación. La Psicología del embarazo se encarga del estudio de la psique de la mujer durante esta etapa.

Para muchas mujeres, las emociones durante el embarazo son vividas en solitario, o incluso autonegadas, por alejarse del bienestar emocional propio de la idealización del embarazo que se hace en la sociedad. El acompañamiento y la atención a la salud psíquica de la embarazada es un cuidado básico e importante para favorecer una buena transición a la maternidad. Esto repercutirá en el vínculo madre-bebé y también en la salud psíquica de ambos.

El acompañamiento psicológico a las embarazadas nos permite detectar y tratar dificultades desde una etapa muy temprana, evitando así sufrimiento en el conjunto de la familia y previniendo futuros problemas de salud mental.

La terapia en el embarazo permite a las mujeres normalizar emociones y pensamientos, aliviar temores, descartar culpas y legitimar necesidades. Todo ello favorecerá una transición más saludable hacia la maternidad, generando un sentimiento de autoconfianza y soporte en la mujer necesario para su salud mental.

El proceso psíquico del embarazo es diferente para cada mujer y tampoco es el mismo a lo largo de todo el proceso de gestación, incluso es diferente en los distintos embarazos. Este depende de muchos factores como la salud física, la propia psicología individual, su historia de vida y su red de relaciones.

Crisis de identidad, transparencia psíquica, preocupación materna primaria, ambivalencia materna son algunos de los fenómenos que nos podemos encontrar en mujeres durante la gestación y que son estudiado por la Psicología del embarazo.

psicóloga embarazo

Transparencia psíquica

El término transparencia psíquica, acuñado por Bydlowski, hace alusión a la creciente sensibilidad emocional en la mujer que avanza conforme lo hace el embarazo implica un mayor acceso a recuerdos olvidados previamente. Este estado puede implicar el desarrollo de síntomas ansiosos y/o depresivos, porque reactiva duelos pendientes y angustias pasadas. El acompañamiento terapéutico permite a la mujer expresar sus emociones, revisar su historia vincular y de crianza, así como tratar duelos que puedan estar aflorando, haciendo que se sienta acompañada, segura y legitimada.

Preocupación materna primaria

Winnicot definió la preocupación materna primaria como un estado de sensibilidad exaltada que emerge en las semanas previas al parto y tras el nacimiento del bebé, permitiendo a la madre reconocer y atender convenientemente las necesidades de su hijo, desarrollando conductas de materna je y renuncia a sus propias necesidades frente a las de su criatura. Este estado conlleva cambios cerebrales en áreas relacionadas con la teoría de la mente, confirmadas mediante técnicas de neuro imagen recientemente por un equipo de investigación en España.

La transparencia física y la preocupación maternal primaria son etapas consecutivas en el periodo perinatal. A lo largo del embarazo se da la transparencia psíquica que culmina hacia el final de la gestación y primeras semanas tras el nacimiento del bebé con la preocupación materna primaria.

Etapas psíquicas del embarazo

Autores como Pines, diferencian tres etapas psíquicas durante el embarazo:

  1. Una primera etapa caracterizada por la ambivalencia emocional que abarca desde la concepción hasta las 18 semanas aproximadamente, coincidiendo con el momento en que la mujer comienza a sentir los primeros movimientos del bebé. Es una etapa en la que la sintomatología física (náuseas, cansancio, somnolencia…) es muy intensa y puede ser vivida por la mujer con extrañeza e incluso, con rechazo, pues suponen una pérdida de control y falta de autorreconocimiento en el propio cuerpo. Son emociones frecuentes la incredulidad y el temor a que el embarazo no prospere. La ambivalencia emocional hace alusión a las ideas y emociones cambiantes que tienen las mujeres embarazadas, tanto sobre ellas mismas acerca de las madres que serán, como sobre el bebé. Estas ideas y emociones oscilan entre la satisfacción por el embarazo y la preocupación o el temor. Se suele vivir en privado si aún no se ha comunicado la noticia del embarazo.
  2. La segunda etapa psíquica estaría caracterízala por la elaboración de las representaciones maternales y abarca desde que la embarazada comienza a asentir los primeros movimientos del bebé hasta la semana 34 de gestación aproximadamente. La sintomatología física propia de los primeros meses tiende a desaparecer y la mujer siente un aumento en su energía y su actividad. En la psique de la mujer, el bebé va teniendo entidad propia. El embarazo se hace notable y se comparte con el entorno. Las embarazadas comienzan a imaginar a su bebé, dando lugar a las representaciones maternales, que son ideas que desarrolla la mujer sobre sí misma como madre, sobre su bebé y sobre la propia crianza recibida. Estas representaciones están muy influenciadas por la propia historia de vinculación. En algunos casos, se hace necesario revisar esa historia y los modelos que la imagen ha tenido, para trabajar en la construcción de su propio estilo materno.
  3. En la tercera etapa aparecen las fantasías en torno al parto y a la percepción del bebé. Ocurren en la última etapa del embarazo. De nuevo, aparecen o se intensifican los síntomas físicos (movilidad mermada, cansancio, contracciones uterinas…) que provocan que la mujer pueda sentirse vulnerable y en alerta. En el plano psíquico, las fantasías en torno al parto pueden generar un aumento de la ansiedad, con miedo al dolor, e incluso a la propia muerte o a la del bebé durante el parto. Conocer los propios miedos y expectativas durante el acompañamiento terapéutico produce alivio y es un parte fundamental del cuidado a la salud mental de la embarazada.

En nuestra Preparación Psicológica al Parto ofrecemos a las embarazadas los conocimientos y recursos necesarios para afrontar el momento del parto y tener una buena experiencia percibida del mismo, lo que influye de manera directa en el vínculo madre-bebé.

Este es un artículo redactado por María Díaz Martínez, psicóloga perinatal en Badajoz. Puedes seguirnos en redes sociales

 

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